Mi
amor, que fea se te ve; con tus calles abarrotadas,
Tus anaqueles vacíos
Tus fuegos pirotécnicos
Tus balas perdidas
Tus mujeres hermosas
Tus morgues repletas
Tu juventud sin futuro
Tu
historia mística
Tu muy
mal gusto
Tu
ignorancia colectiva
Tu libertad censurada
Tus
políticos corruptos
Tus
bellezas naturales
tu
hampa desatada, la sonrisa de tu gente,
tu futuro incierto y las veces que te amo son las veces que te pierdo,
las vidas que juntas en tu cruel infierno, los días que quemas sin progresar un
poco, tus bibliotecas vacías, tu felicidad perenne y mi obstinación diaria por cómo
te tratan, por cómo te insultan, por cómo se refieren a ti, porque al parecer
ya no existen amantes que te anhelen grande y bella, rica y prospera, solo hay
pillos que te penetran y se van, solo hay dolorosas despedidas, solo hay amantes improvisados, solo hay líderes sin pueblo, líderes sin saliva, un
pueblo sin sueño, un pueblo sin nadie que le escriba y luego, solo estas tu, mi bella
mujer, aguantando los embates del tiempo, esperando que de los escombros te
reconstruyan poco a poco, porque no existe un dolor tan grande como destruirte
desde adentro y ver diariamente como el cómplice que lee este texto, calla y se vuelve parte del asesinato.
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