Las
pugnas político/Militares de nuestra nación, han estado antagónicamente ligadas
desde las intentonas fallidas de la conformación de nuestra utopía de
<<República independiente>>
Muchísimo
antes de la conformación de una línea autocrática de gobernantes a partir de 1811, de parando en la historia tragicómica
que escribimos todos los días en el acontecer nacional; los militares crearon
una matriz ideológica que les ha funcionado durante las décadas de democracia y
dictadura que han vivido las distintas generaciones de Venezolanos y
Venezolanas.
¿Cuál matriz? Se preguntarán ustedes: Los militares Venezolanos han
enraizado en el pensamiento del ciudadano, que los civiles no sirven para
gobernar; porque estos últimos no
tienen la suficiente dureza para solucionar las distintas problemáticas que
acontecen al momento y que ellos en su enseñanza despiadada, afrontarán las
crisis con mano firme y cabeza fría y así saldremos mágicamente del problema.
Hoy en
día, como en el pasado, existen grandes brechas entre los políticos de oficio y
el brazo militar que ahora como nunca antes, se ve claramente como un sector
empoderado y que hay que complacer cabalmente porque son capaces de lo peor
para conseguir lo que quieren.
La Constitución de 1999 establece claramente en su artículo
328 lo siguiente: "la Fuerza Armada Nacional constituye una institución
esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado
para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la
integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la
cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en
el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. En el
cumplimiento de sus funciones está al servicio exclusivo de la Nación y
en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna”
El problema que enfrenta actualmente la Fuerza Armada
Nacional es muy delicado. Lo inexplicable, es que Nicolás Maduro, igual como
hizo Hugo Chávez, se haya atrevido a plantear una ideología política en el
propio seno de la Fuerza Armada. Mantener que nuestra Institución Armada
es revolucionaria, socialista y chavista rompe la necesaria cohesión
institucional e irrespeta la Constitución Nacional y crea brechas aún más
grandes entre ellos y las personas de blusa y franela.
Este humilde escritor espera que algún día los Militares se
encarguen de las reales reivindicaciones nacionales y no del empoderamiento
absoluto de la nación, como lo han venido haciendo silenciosamente desde que un
caudillo disfrazado de civil llegó a la presidencia en el año 1999.
